¡Báilame papi!... ¡muévete mami!!!

El bichito por el baile se nos metió a Jezabel y a mi, Luis nos siguió con entusiasmo. La idea era hacer un poco de ejercicio moviendo el cuerpecito con ritmo latino y ¡que mejor que la salsa para soltar nuestras caderas! (el merengue y el chacha también están en la rutina que nos enseña Miriam, nuestra profe cubana).

Mis amigos y yo nos meneamos con saborrrrr (por el momento solo en el salón de clases, próximamente en la salsoteca más cercana...)